martes, 25 de noviembre de 2008

Hoy pongo un video de mi mismo hace unos cuantos años, cuando mis padres se dieron cuenta de que algo no iba bien conmigo.




La verdad es que siempre he tenido un humor muy inestable, cosa normal si tenemos en cuenta que el único momento del día en el que mis padres no discutían entre ellos, era cuando la tomaban conmigo.

Tampoco importa tanto, al final te acababas acostumbrando. No como a esto. El "Hospital para gente mentalmente afectada" como ellos lo llaman (manicomio) es lo más insoportable que he visitado desde que escapé de mi casa a los 15 años. Me tengo que acostumbrar a cientos de miradas perdidas, o de superioridad, no se cuales son peores.

La verdad es que no estuve nada mal hasta que me atraparon. Viví de okupa con unos cuantos punkies, que me aceptaban tal y como era; sin importarles que cada medio año, tuviera que cargarme a un político corrupto. Al principio les parecía hasta bien, pero un traidor avisó a la poli y después del juicio... bueno, escribo desde un jodido psiquiátrico.

Sin embargo, era feliz. No tenía que someterme a las normas que el hombre se ha inventado para que "todos" seamos más felices. ¿Qué hay de esas normas que no nos permiten ser felices? ¿También hay que respetarlas? Llamadme loco o inconformista, pero yo creo que no, que esas personas que hacen que la vida de los demás sea peor, no tiene derecho a vivir. Es el precio a pagar por la felicidad. Al menos en la opinión de este loco.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Primer post...

Hola. Me llamo Rodolfo y tengo 23 años. Estoy interno en un manicomio de alta seguridad en Nashville desde hace 4 meses. Escribo este blog como terapia de mi psiquiatra, pero creo que, como todo en mi vida, va a ser bastante inútil.

Hoy no ha sido un mal día. Hacía sol, aunque bastante frío, por lo que el partido con los del ala oeste no ha estado tan bien como hubiéramos querido (hemos perdido 3-0), aunque Vicente les ha cambiado la medicación por anfetaminas, para que aprendan modales.

No he podido escribir mucho, porque mi sesión ha sido corta. Volveré.